Tipos de Fertilizantes
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La Xylella fastidiosa es una bacteria Gram-negativa, aeróbica, y cuyo óptimo de crecimiento se sitúa entre los 26-28ºC. Se encuentra en el xilema, y se multiplica dentro de los vasos llegando a taponarlos y a obstruir el flujo de savia bruta, lo que provoca síntomas que se corresponden con falta de agua o carencia de nutrientes.
Hay 4 subespecies principales de la bacteria Xylella fastidiosa:
- Fastidiosa
- Pauca
- Multiplex
- Sandyi
En Europa han aparecido recombinantes de estas subespecies, como en el caso de Italia que está presente un recombinante de la subespecie pauca denominada CoDiRO y en Córcega (Francia) que está presente una recombinación entre las subespecies multiplex-sandyi.
Asimismo, las subespecies pertenecen a tipos genéticos diferentes. Cada subespecie y ST concreto tiene una determinada gama de especies vegetales a las que pueden infectar y en las que causa enfermedad, produciendo síntomas en ellas que pueden ser similares o diferentes.
Es uno de los principales patógenos de cuarentena en la Unión Europea, por lo que está incluida en el Anexo II parte B del Reglamento de Ejecución (UE) 2019/2072, así como en el Reglamento Delegado (UE) 2019/1702 que incluye el listado de plagas prioritarias. Además, la bacteria Xylella fastidiosa está recogida en la lista A2 de la EPPO.
Medidas de control para evitar la propagación por la Unión Europea.
La Unión Europea establece unas normas específicas para definir, erradicar y contener el ataque de esta bacateria:
Zonas demarcadas
Incluye la obligatoriedad que tiene cada Estado miembro de establecer una zona demarcada tras la confirmación oficial de la presencia de la Xylella fastidiosa. Cada zona demarcada está compuesta de una zona infectada + una zona tampón.
La zona infectada (a erradicar) tendrá un radio mínimo de 50 m alrededor del vegetal en el que se haya detectado la infección por Xylella fastidiosa y su anchura mínima será de 2,5 km si el objetivo establecido es la erradicación de la bacteria ó de 5 km, si el objetivo es la contención de la bacteria en una determinada zona del territorio, una vez que se ha determinado que no es factible la erradicación.
Además, se establece la posibilidad de acogerse a excepciones al establecimiento, o de reducción de la anchura de la zona demarcada, siempre que el estado miembro cumpla con los criterios establecidos en el Reglamento.
Las zonas demarcadas se podrán levantar una vez que se hayan cumplido 4 años sin detectar la plaga en base a las prospecciones realizadas.
Medidas de erradicación
Las medidas de erradicación establecidas en los artículos 7 a 11 del Reglamento de Ejecución (UE) 2020/1201 de la Comisión se aplican a cualquier brote de Xylella fastidiosa detectado en el territorio de la Unión, a excepción de las zonas infectadas en las que se autorizan medidas de contención (por ejemplo, al sur de Apulia, Córcega y Baleares).
Dentro de la zona infectada, se deben eliminar todas las plantas infectadas o sintomáticas. También se eliminarán las plantas que pertenezcan a la misma especie que la planta infectada u otras especies que se encuentren infectadas en la zona demarcada, independientemente de su estado
sanitario.
Además, también se eliminarán otras plantas especificadas reguladas que se sepa que son sensibles a esa subespecie específica de Xylella fastidiosa si no se han muestreado y analizado inmediatamente para detectar la presencia de Xylella. Todas las demás plantas hospedantes en la zona infectada de 50 m deben tomarse muestras y analizarse para detectar la presencia de la bacteria.
Para respetar la tradición y la historia de un lugar en particular, los Estados miembros tienen la posibilidad de decidir que las plantas específicas designadas oficialmente como plantas de valor histórico no necesitan ser eliminadas si no se encuentran infectadas, incluso si están ubicadas dentro del radio de 50 m alrededor de las plantas infectadas.
Sin embargo, para prevenir su posible infección y propagación de Xylella fastidiosa, deben ser objeto de un estudio intensivo y someterlos a tratamientos de control de vectores. Dentro de la zona tampón de 2,5 km, debe llevarse a cabo una vigilancia intensiva que consista en muestreo y análisis de plantas hospedantes.
Medidas de contención
Las zonas donde aplicar estas medidas deben ser aprobadas por la Comisión. Actualmente son aplicables al sur de Apulia (Italia), Córcega (Francia) y Baleares (España), ya que la bacteria ya está ampliamente establecida en esas áreas y la erradicación no sería factible.
Dentro de la zona infectada, se aplican medidas menos estrictas que en erradicación, que consisten en una vigilancia intensiva y la eliminación inmediata de, al menos las plantas infectadas. Estas medidas deben implementarse, cuando corresponda, al menos dentro de la última franja de 5km de la zona infectada denominada zona de especial vigilancia) adyacente a la zona tampón, así como alrededor de sitios de alto valor cultural y social.
Dentro de la zona tampón de 5 km, se aplican las mismas disposiciones que las presentadas en las medidas de erradicación. En Baleares, no se aplican ya que las zonas infectadas están rodeadas por el mar y no existen zonas tampón.
Plantación de plantas específicas en la zona afectada
Se permite en los siguientes casos:
- Si los vegetales especificados se cultivan en sitios de producción a prueba de insectos libres de la plaga especificada y de sus vectores.
- En las zonas en contención (en España la CA de Islas Baleares), si esos vegetales especificados pertenecen a variedades consideradas resistentes o tolerantes a la plaga especificada y han sido plantados en las zonas infectadas pero fuera de las zonas de especial vigilancia de como mínimo 5km desde la frontera de la zona infectada con la zona tampón.
- En las zonas infectadas con estrategia de erradicación, si esos vegetales especificados pertenecen a una especie libre de la plaga especificada según las prospecciones y análisis realizados en dicha zona demarcada en al menos 2 años.
Hospedantes
Xylella fastidiosa está descrita en más de 595 especies de vegetales y es responsable de varias enfermedades con efectos graves en numerosas especies de interés agrícola: la clorosis variegada de los cítricos, la enfermedad de Pierce de la vid, el “phony peach” del melocotonero, el escaldado del ciruelo, el quemado de hojas en otras leñosas y el enanismo de la alfalfa, se deben a la presencia de esta bacteria en el xilema de las especies mencionadas. Además, existen otras especies de árboles, arbustos y plantas ornamentales y silvestres que pueden hospedar la bacteria sin mostrar síntomas, sirviendo de fuente de inóculo para la infección de otros cultivos.
En Baleares nos encontramos tres subespecies de Xylella, la fastidiosa -en Mallorca-, la multiplex -en Menorca y Mallorca- y pauca -en Eivissa Existen cuatro subespecies establecidas, cada una con una distribución geográfica determinada: ‘multiplex’, ‘fastidiosa’, ‘pauca’ y ‘sandyi’.
Según el último informe de la Comisión Europea sobre plantas hospedadoras susceptibles a esta bacteria, en territorio europeo existen al menos seis especies susceptibles de infectarse, independientemente de la subespecie de la bacteria existente.
Origen de la plaga en Mallorca
Un estudio de la UIB señala la bacteria Xylella fastidiosa como la responsable de la enfermedad que afecta el 80 por ciento de almendros y revela que llegó a Mallorca hace casi tres décadas con la introducción de almendros californianos infectados.
Los investigadores han calculado que el 79,5 por ciento de los almendros (esto son 1.250.000 árboles, aproximadamente) han quedado con las hojas socarradas, señal inequívoca de la enfermedad que causa la bacteria Xylella fastidiosa. De estos árboles, aproximadamente 550.000 muertos todavía están en los campos.
Los investigadores han seguido la evolución de las infecciones por Xylella fastidiosa en Mallorca y han trazado el declive de los almendros a lo largo del tiempo con un objetivo doble: por un lado, investigar la epidemiología del socarrado de la hoja del almendro y su relación con los patógenos fúngicos que afectan los troncos; y, de la otra, descubrir más cosas del proceso de llegada de la Xylella fastidiosa en Mallorca.
Todo ello los ha permitido de concluir que la presencia de Xylella fastidiosa a los almendros afectados es anterior en el momento en que habrían desarrollado patologías fúngicas, de forma que la bacteria sería el responsable primero de la afectación de los árboles. Además, segundos apuntan los investigadores, los hongos patógenos de los troncos no estarían relacionados directamente con la mortalidad de los árboles, del mismo modo que los periodos de sequía tampoco serían los responsables.
Al respeto, los investigadores afirman que en otros momentos recientes también ha habido largas sequías (en 1963-68 y 1981-84) y, en cambio, no se había producido la gran mortalidad de almendros de estas últimas décadas. De acuerdo con esto, los investigadores señalan otra vez la bacteria Xylella fastidiosa como la responsable del estrés hídrico que afecta los árboles infectados.
Para conseguirlo, los investigadores han determinado la presencia de Xylella fastidiosa a muestras de ADN procedentes de los anillos de crecimiento de árboles infectados, a la vez que han llevado a término análisis dendocronológicos.
El estudio genético de las muestras ha confirmado que, en Mallorca, el achicharrado de la hoja de almendro es causado por dos subespecies diferentes de Xylella fastidiosa: la fastidiosa y la multiplex. Esta bacteria sería transmitida por insectos, como el Philaenus spumarius, que durante su estadio de ninfas se pueden reconocer porque se rodean de una cobertura
espumosa parecida a la saliva. Estos insectos se alimentan de los fluidos de los árboles que recorren los xilemas, los conductos que conducen el agua desde las raíces hasta las hojas. Es en este momento que la bacteria infecta el árbol.
Los investigadores han calculado que los árboles infectados viven alrededor de 14 años de media. Este dato se aviene con la llegada de Xylella fastidiosa en la isla, a principio de los años noventa del siglo XX, y la detección de los primeros árboles muertos la primera década del siglo XXI. Así pues, la enfermedad de los almendros permaneció escondida durante una década,
mientras se contagiaba progresivamente entre los almendros mallorquines y se confundía con otros patógenos o con los síntomas de la sequía.
Síntomas
Los síntomas varían mucho de unos hospedantes a otros, pero en general están asociados al estrés hídrico en mayor o menor grado: marchitez, decaimiento generalizado (adelfa), y en casos más agudos, seca de hojas y ramas, e incluso muerte de la planta (olivo, almendro, roble, olmo, etc).
En el almendro, los síntomas son el quemado de hojas y brotes y la marchitez generalizada del árbol, acompañada de una reducción en la producción de la almendra. El fruto permanece en el árbol. Los síntomas se pueden confundir con el estrés hídrico producido por la sequía.
En Mallorca, nuestro amigo y cliente Toni Ramis, ha realizado este verano (2021) tratamiento a base de Endoterapia, buscando fertilizar su acebuche y que este pudiera superar la plaga. Pulsa aquí si quieres ver el estudio sobre el tratamiento que el mismo Toni Ramis ha realizado.